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En Ucrania también hay vino…

Ucrania produce vino desde el S.XI. Fueron los monjes y el papel de los monasterios en la baja edad media los que introdujeron la viticultura en el norte de Ucrania. Desde entonces este territorio ha vivido bajo la influencia de distintas dominaciones de tribus nómadas, señores feudales y reinados, con múltiples guerras que han unido y separado sus limites geopolíticos con distinta fortuna.

Desde finales del S.XIX, tras unos años donde el crecimiento económico fue relativamente estable, se desarrollaron bodegas y una cierta estructura productiva para el vino, contabilizándose unas 54.000ha de viñedo. Sin embargo en 1919, tras la Primera Guerra Mundial y la plaga de la filoxera, sólo quedaban 13.000Ha.

Durante el S. XX la producción se recuperó sustancialmente y se calcula que en 1940 había unas 100.000 ha de viñedo en producción. Tras la Segunda Guerra Mundial y durante los años de la guerra fría, muchos cultivos se abandonaron y una parte importante de la producción restante fue organizada en grandes cooperativas y empresas del estado, orientada a una producción basada en volumen y destinada a satisfacer el consumo de vino en las repúblicas soviéticas, primando este objetivo comercial sobre la calidad.

En las últimas décadas y tras la caída del telón de acero, una parte del sector se recondujo hacia un modelo más capitalista, buscando incrementar calidad y diferenciación. Se establecieron, con apoyo del gobierno, asociaciones de productores como Ukrvinprom Corporation, para impulsar la producción y exportaciones a nuevos mercados, como Europa.

Las regiones productoras más importantes de la Ucrania actual, ubicadas en el sur y el oeste, son: Odessa, con 31.000 ha, Kherson y Nikolayev con otras 6.000 ha cada una y Zakarpattia con 4.000 ha. En el 2014 Crimea fue anexionada por Rusia con lo que sus 25.000 ha -aproximadamente el 50% del viñedo de  Ucrania- y sus reputados vinos dulces naturales y los fortificados al estilo de Oporto dejaron de ser oficialmente parte del sector del vino Ucraniano. Esto supuso para el país un pérdida en valor y en mercado enorme, porque no sólo fue el viñedo lo que se perdió, sino también las cuatro mayores bodegas del país: Massandra, Novit Svet, Inkerman y Fotisal  que pasaron a pertenecer a capitales rusos, como Rossiya Bank, uno de los mayores inversores en Crimea que actualmente se ve afectada por las sanciones impuestas por Europa y EEUU desde el 22 de febrero de este año.  

Aún y con todo, el sector vinícola en Ucrania ha continuado produciendo vinos y manteniendo una calidad más que digna en las 16 regiones vinícolas que recoge su legislación. Una tarea casi titánica para un sector frágil que perdió a sus empresas líderes de una manera tan traumática. Según datos de la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino) en 2020 Ucrania produjo 1 millón de hectolitros de vino, una quinta parte de los 4,7 millones hl que Rusia produjo.

Ucrania tiene un clima continental templado con contraste de temperaturas entre invierno y verano, moderadas en las regiones del sur por su proximidad al Mar Negro. Las temperatura media entre los meses de Abril a Octubre es de 20 grados y las precipitaciones anuales varían entre 600 y 700 mm. En algunas áreas del sureste donde las lluvias son menores, entre 350 y 400 mm anuales, el regadío es necesario, con su correspondiente inversión en tecnología Su orografía es suave con amplias zonas relativamente planas y de colinas de poca altura, lo que genera un contexto favorable para la viticultura. 

La variedad más importante del país es la variedad blanca Rkatsiteli, que ocupa un 40% de todas las plantaciones. También hay otras variedades en menor proporción como las internacionales Chardonnay, Aligoté, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Merlot, Gewurztraminer, Riesling y Moscatel. Además Ucrania posee variedades autóctonas que son una gran riqueza, por su diversidad y relativa escasez, variedades como Podarok Magaracha, Pervenets Magaracha, Saperavi, Saperavi Severny, Cevat Kara, Kefessyia and Telti Kuru. Algunas que seguramente ni hemos oido antes, ni hemos probado.

Sus vinos, blancos, tintos y dulces naturales se siguen produciendo y comercializando sobre todo en el mismo país y estados vecinos. Desde 2015, la producción de vinos secos ha crecido una media del 8% cada año, y la de espumosos, aún pequeña, se está consolidando. Recientemente se ha creado la marca nacional de “Vinos de Ucrania” (Ukranian Wines) para apoyar la comercialización y posicionamiento de los vinos del país en los mercados internacionales. Bajo este paraguas, y a pesar de la invasión Rusa, los productores más relevantes ya han anunciado que acudirán a Pro Wine 2022 a mostrar al mundo su voluntad de segur ahí y que los vinos de Ucrania se mantendrán en pie.

En nuestro mercado no es fácil encontrar vinos ucranianos pero os invitamos a buscarlos y, si podéis, comprarlos. Seguro que disfrutaréis descubriendo sus interesantes variedades y además, será un apoyo para un sector cuyo futuro hoy, pende de un hilo.

By  – Teresa Guilarte DipWSET

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