Nueva Zelanda no es sólo uno de los países mas aislados de la tierra sino también un recién llegado al mundo del vino, sin embargo esto no le ha impedido convertirse en pocos años en el país vinícola revelación, por la calidad y diversidad de sus vinos.
Su ubicación geográfica, con sus dos islas, sus climas, la diversidad de regiones y la pasión de sus productores han dado a muchos de sus vinos un gran reconocimiento internacional.
En general, para los profesionales y el consumidor, la tradición y regiones vitivinícolas son poco conocidas, siendo menos las personas que han podido disfrutar y entender sus vinos, caracterizados por sus sabores profundamente cristalinos y refrescantes.